8.2.10

Jägermeister

Recuperamos la entrada con más éxito de visitas de ECNSC para esta sección de 100% APOCALYPSO por motivos evidentes. ¡Esto SÍ que es puro infierno embotellado!


Hemos encontrado la droga perfecta. Se llama Jägermeister. Y es un puto licor de hierbas. Legal, por supuesto, teóricamente sólo es alcohol. Pero en realidad es mucho más. En el imaginario del rock el logotipo de esta bebida es tan propio como el escudo de Harley-Davidson (recordemos que no es más que una firma de motocicletas). Las leyendas urbanas le otorgan propiedades estimulantes poco definidas relacionadas con los opiáceos. Hace ya algún tiempo estos humildes servidores nos encontramos por ahí un martes por la tarde a Carreño y acabamos en su casa echando unas partidas al Guitar Hero. Hacia las once se nos termina la cerveza, así que bajamos al bar de al lado a por más. Nuestra sorpresa es supina al descubrir tras la barra una hilera de botellas de tan exquisito mejunje. Hablamos sobre la leyenda de este licor, de como el técnico de sonido de los L.A. Guns daba buena cuenta de una botella durante un concierto en Camdem o que la cantante de los rabudos Dover se chisca un chupito de esto antes de subir a un escenario. Y nos tomamos dos cada uno. Media hora más tarde estábamos los tres preguntándonos quién estaba más pedo, y sorprendentemente no era yo, que como buen hipocondriaco suelo ser más propenso a la sugestión.

Mi experiencia con una muy escasa variedad drogas sólo me permite establecer un símil con los ejemplos que conozco (los que toméis otras drogas podréis encontrar vuestros propios ejemplos): Es una fumada exprés. Comienza con una euforia floja propia del primer estadio de la hierba de calidad pero, lejos de apalancar, en la segunda fase produce una combinación cojonuda de hiperactividad (sin taquicardia, los aprensivos no tenéis nada que temer) y risa tonta. Luego alterna sucesivos episodios de velocidad neuronal cero con nuevos ataques de verborrea y excitación, hasta que el efecto desaparece gradualmente, sin bajón. Todo en menos de media hora. Absolutamente perfecto.

Esta mierda se sirve en bares como digestivo (¿Ruavieja? ¿Qué demonios es eso?). Y en el Makro. No quisiera yo incitar al uso de estupefacientes entre mis lectores (ni alertar a las autoridades sanitarias y que lo retiren del mercado, nopordios), pero sinceramente, si os vais a poner, poneros con esto, que es estrictamente legal y viene de Alemania. Además, es mucho menos nocivo que esa mierda del Red Bull que, por cierto, está prohibido en Francia.

Canela fina.