25.2.09

This is Spinal Tap


Todo buen rockero lo sabe: La novia del cantante siempre será la responsable de la disolución de la banda. A las viejas glorias acabadas siempre les quedará Japón o las versiones con una filarmónica. Las estrellas dedican parte de su fortuna a mantener campamentos de verano para niños pálidos. Si el bajista compone hará jazz. Si el guitarrista y el cantante componen juntos habrá lucha de egos. Los baterías son los que mueren ahogados en vómito... de otra persona incluso (o en un misterioso accidente de jardinería, o por combustión espontánea).

Y para el que no lo sepa basta con ver el fantástico rockumental de Marty diBergi ‘This is Spinal Tap’ sobre esta mítica aunque venida a menos banda británica. David St. Hubbins (como San Hubbins, el santo patrón del calzado de calidad), Nigel Tufnel y Derek Smalls son Spinal Tap (con ¨ encima de la 'n'), banda fundada en 1964 por los dos primeros. El equipo de la película acompaña a estos musicazos en su desastrosa gira de presentación de ‘Smell The Glove’ del 84 por los U.S.A., regalándonos algunos de los más descojonantes momentos de la historia del Rock y haciendo un repaso por sus grandes éxitos: ‘Intravenus de Milo’ (1974), ‘The Sun Never Sweats’ (1975)…



Esta cinta es el documento definitivo para todo buen gorila del Rock por dos motivos: El primero porque nos muestra en toda su miseria la realidad del Rock Bussines. Todo lo que nos cuenta este documental se podría aplicar a cualquier otra banda. Míticos dinosaurios o emergentes pipiolos comparten en el fondo las mismas vicisitudes. La vida de las grandes estrellas del Rock no es mejor que la de los jevis que ensayan enfrente. Solo más grande. Las actuaciones canceladas, los desplantes de las emisoras de radio, las cagadas del directo… Cualquiera que haya tocado en una banda sabe que todo lo que allí se retrata es el pan de cada día en cualquier conjunto.



El segundo motivo es mucho más importante. Spinal Tap es una película de risa. Echa cojones y se burla (desde el cariño, pero se burla) de todos los topicazos y los mitos de la cultura del Rock. Aquellos rockeros que se ofendan (que los hay) porque el film ofrezca una imagen ridiculizante del mundillo deberían hacérselo mirar porque estarán cometiendo el error de tomarse a sí mismo y a esta manifestación cultural que es la música popular demasiado en serio. Hay que reírse de uno mismo y de lo que nos gusta para no convertirnos en unos gilipollas. Fliparse, sí, pero con sentido del humor, cojones.

La edición en DVD incluye como extras algunos de los videos históricos de la banda, como ‘Gimme Some Money’ o '(Listen To The) Flower People':





Por cierto, la banda ha vuelto a reunirse recientemente para grabar un nuevo albúm. ¡Benditos sean por muchos años!